¡No creo que seas Virgen! ¿Que eres la Madre de Dios?, ¿Que intercedes por nosotros?, ¿Que eres concebida sin pecado de mancha original?, ¿Para qué el Rosario? ¿Hay que venerar la Virgen María? Por favor, como va ser eso, ¿Quién lo cree?
Tengo 22 años y era de esos Católicos “Light”, pero nada vale la pena hasta que verdaderamente sientes ese encuentro con Dios, que hace que ya todo lo de este mundo parezca vano y lo importante sea el dar todo por los demás, proclamar el evangelio en cada rincón del mundo, seguir los mandatos de Dios y alabar a nuestro Señor Jesucristo. Esos Católicos light que solo van a misa por ir el domingo y nada más, que encuentran aburrida la misa y se distraen con cualquier cosa. De esos Católicos light que van a la misa, se llevan su celular y no lo dejan en el carro por querer tenerlo por si se aburre. De esos Católicos light que le preguntan de qué religión eres y por salir de paso dicen soy Católico, sin saber la gran maravilla que ese nombre contiene. De esos Católicos light que viven una fe relajada y a conveniencia, no se instruyen en la fe y no tienen ese compromiso verdaderamente con Dios. No tienen una base completa y no están preparados en fe y verdad para poder combatir los ataques que nuestros hermanos protestantes, ateos y no cristianos nos hacen diariamente. Uno de los temas que más nos impacta es sobre la Virgen María. Te cuestionan: ¿Por qué crees en la Virgen?, ¿Por qué es Madre de Dios?, ¿Es verdad que intercede por nosotros?, ¿Para qué rezarle?, ¿Es concebida sin pecado de mancha original? Ninguna religión le tiene aprecio a esa figura de mujer que estuvo acompañando a Jesús en todo su caminar.
Recuerdo una mañana de verano, en mi hermoso pueblo de San Sebastian, Puerto Rico, de esas mañanas en donde el cielo está claro y despejado, sentado en una silla de madera cerca de un árbol de mango, hablando con mis abuelos maternos y sentía ese hermoso olor de las orquídeas que mi abuela colocaba en una cubierta de abanico que ya no servían, colgando de las ramas del árbol. Ese olor que producen las flores, especialmente las rosas, que tú sientes cuando esta cerca de ti la presencia de la Virgen, me hizo reflexionar acerca de ella. Mi abuelo, un señor de carácter fuerte y serio, al que siempre le ha gustado y le apasiona el juego de dominós y esa enorme taza de café por la mañana, ese hombre fiel a los mandatos del Señor, el cual les inculcó a sus diez hijos, el amor a Dios y la devoción a su Madre la Virgen María. Mi abuelo a sus hijos desde pequeños los hacía rezar el rosario todos los días a las seis de la tarde. Algunos lo hacían por hacerlo y no le prestaban el interés que se le debe, es por eso que algunos de sus hijos, le dieron la espalda a la iglesia católica, se fueron y se cambiaron de religión, pero hoy doy gracias a que mi hermosa Madre siempre siguió sus caminos y los mandatos del Señor y se dejó llevar del ejemplo que la Virgen María nos brinda a todos: entregarse al 100% a los mandatos de Jesús y a seguirlo en todo su caminar. Gracias a ese abuelo que hoy en día sigue vivo con sus 94 años de edad y a esa Madre, es que hoy puedo decir: SOY CATÓLICO.
Me llega a la mente muchas de esas preguntas que siempre nos dicen: concebida sin pecado de mancha original. Dios desde tiempos antiguos ya había elegido a María para que llevara a Jesús en su vientre. Tuvo un plan único para esa mujer, la lleno de gracia y dones para que ella pudiera cumplir su voluntad. Así fue que María nació sin pecado de mancha original, no tuvo ese pecado que todos tenemos al nacer, ese pecado que tenemos hereditariamente por causa de Adán y Eva, porque si Dios va a enviar a su hijo al mundo, ese hijo que es Santo, tiene que enviarlo en un vientre en el cual haya una pureza total, y no en cualquiera que lleve ese pecado original. Esto lo podemos ver en dos pasajes bíblicos, cuando el Ángel Gabriel se le presento a María: “Dios te Salve, llena de gracia, el Señor está contigo” (Lc 1,26), ese salve que no es que Dios la tiene que salvar, ese salve (palabra del latín) que significa Dios te saluda María, y el otro pasaje de la visitación de María a su prima Santa Isabel “Isabel llena del Espíritu Santo, exclamó a grandes voces: Bendita tu entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. ¿Pero cómo es que la Madre de mi Señor venga a visitarme?” (Lc 1, 41-43). Esas palabras sencillas que si las meditas bien te explican todo, esas palabras del Ángel Gabriel y de la Prima Isabel que tanto utilizamos en el Santo Rosario, son esas mismas palabras que tanto odia el demonio, son esas palabras que sirven para exorcismos, porque el Diablo, siendo uno de los ángeles más bellos del Señor, no se puede hacer mente de que Dios haya elegido a un humano, una mujer, a María y le diera tantos dones. Son esas mismas palabras que pronunciamos en el Avemaría del Rosario, esas palabras que ayudan a salvar almas del Purgatorio, esas mismas palabras que por cada Avemaría pronunciado le obsequiamos una rosa a nuestra madre celestial.
Casi todos odiamos las matemáticas y muchos tenemos malas calificaciones, yo soy uno de ellos, pero nunca pensé que las matemáticas me ayudaran a entender un poco sobre la frase: María Madre de Dios, porque como si Dios es Dios va a tener una madre, lo dijo también la prima Santa Isabel: “¿Cómo es que la Madre de mi Señor venga a visitarme? De las matemáticas aprendí la Propiedad transitiva: si a=b y b=c, entonces a=c. Si María es madre de Dios y Jesús es Dios, entonces María es madre de Dios. Simple y sencillamente si tenemos a un Dios que es trino, Dios padre, Dios hijo y Dios Espíritu Santo, María es la madre de ese Dios hijo.
Gracias al Joven Daniel González, que me sirvió de inspiración al leer sus dos cartas hacia el Papa Benedicto “Siempre renuncias Benedicto” y hacia el nuevo Papa Francisco “¿Vas a trabajar, Francisco? “. Al leer sus cartas y sentir los sentimientos con los que se expresa hacia la Iglesia Católica me inspiro para hacerle esta carta hacia nuestra madre celestial a la que amo con todo el corazón, esa madre humillada, criticada y odiada por muchos. Esa madre que dijo: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mi su voluntad” (LC 1,38), madre humilde, servicial, dispuesta a todo lo que venga, porque sabiendo que ese camino no iba hacer fácil, junto con Dios todo se puede. Esa mujer que Dios nos las entrego como Madre antes de morir en la cruz. Esa madre que tanto la insultan, le dicen ramera, la pisotean, le dicen barbaridades, que tuvo más hijos, le dicen que no sirve para nada, pero les digo; si tanto creen y alaban a Jesucristo, como creen que el se sentirá al escuchar esas horrendas palabras con las que se expresan hacia su Madre. Esa Madre que estuvo todo el tiempo atenta a su hijo, se preocupó cuando Jesús se perdió en el templo, intercedió ante Jesús por los hombres cuando se acabo el vino en las Bodas de Cana, estuvo junto a Jesús todo el camino de la cruz, desde que lo sentenciaron a muerte hasta verlo tendido clavado en esa cruz. Esa madre que sufrió al ver a su hijo coronado con una corona de espinas, cuando le clavaron los clavos en las manos y en los pies, cuando con una lanza le hirió su costado del cual brotó sangre y agua. Sigamos su ejemplo, admirémosla y dejemos tanto los insultos hacia ella, porque aunque sabiendo que una espada le atravesará su corazón (LC 2,35), nunca se dio por vencida y siempre hizo la voluntad del Padre.
Si esa Madre de Jesús fue la mejor elección de nuestro Dios, ¿porque rayos tengo yo que estar peleando con las decisiones del Padre? Si esa Virgen caminó con los apóstoles durante su vida terrenal, ¿es que ella no lo hará con nosotros? Si yo no le tengo ese amor a Dios como Él se merece, ¿será que ella no puede guiarme para amar a Dios con pasión como ella lo hizo? Si esa madre con el Sí que le dijo a Dios y nos trajo a su hijo al mundo para salvarnos, ¿porque ahora ella va ser ese obstáculo para encontrarnos con Dios? Si ella fue paciente y fiel, ¿será que ella no puede enseñarnos el camino de la fidelidad a Dios? Si ella pudiendo pecar prefirió mantenerse sin mancha de pecado, ¿no podrá ella ser ese auxilio que necesitamos en el peligro de pecar?, Si esa madre se atrevió a caminar con su hijo hasta la cruz, ¿será que no es una digna Madre de Dios? Si esa Virgen pudo cambiar su plan por el de Dios, ¿será que ella no podrá ayudarme a hacer lo mismo? Si Jesús aprobara el desprecio, insultas y calumnias hacia esa madre, ¿qué clase de Hijo fuera? Si Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo la saludaron “Dios te salve, llena de gracia”, ¿quién soy yo para no mostrar respeto a la Palabra de Dios? Ven mis hermanos que no se puede hablar de María, sin involucrar a Dios. Si amarla no le cuesta nada a Jesús entonces, ¿Porque no lo hacemos y lo intentamos?
El mundo necesita de ese amor de Madre que solo ella sabe dar, porque vivimos en un mundo donde ya los valores casi no existen, padres matan a hijos, hijos matan a padres, violaciones, vicios, drogas, prostituciones, secuestros, robos, en fin un sinnúmero de cosas que pensamos que ya todo está perdido. Pero no es cierto, siempre hay una esperanza hasta en la más oscura de las tempestades, esa esperanza que hace que todo florezca nuevamente y que nos mantiene con vida. Orémosle, no tengamos miedo de decirle al mundo que amamos a esa Virgen que es nuestra madre, ya que al nosotros ser hijos de Dios, Jesús en nuestro hermano y por tanto María nuestra madre.
Sé que muchos criticarán, difamarán, calumniarán al leer esto, no importa, las criticas hacen ver que estoy en camino correcto, lo mismo le sucedió al Papa Benedicto XVI al renunciar su cargo de Papa y al nuevo Papa Francisco, que a solo horas de su elección como Papa, criticas, difamaciones y calumnias, comenzaron a circular por todos los medios, eso me hace pensar que de seguro es el escogido por el Espíritu Santo y el enviado por Dios para que guie esta Iglesia Católica en estos tiempos difíciles en los que estamos viviendo. Por eso en estos mismos momento, incluso en este mismo segundo en el que tu lector lees esto, fuerzas malignas tratan de invadir tu mente y derribarte, pero yo te digo: Mi Dios está “pasao”, y es “cool”, si tu estas con él, ¿quién contra ti?, ora mucho, sigue sus mandamientos, ve a la Iglesia Católica, proclama el evangelio, sigue el ejemplo de la Virgen, déjate llevar de la mano de Mi Señor que si estamos con él ni el maligno podrá contra nosotros. Porque el maligno se ha puesto en la lengua de muchas personas y ha llenado de odio a muchos contra nuestra Iglesia Católica, pero jamás la podrá vencer, lo dice el evangelio: “Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificare mi iglesia y ni los poderes del infierno prevalecerán contra ella”(Mt 16,18). No pensemos en el pasado pues ya pasó, ni en el futuro porque no sabemos lo que nos espera allí, nos debemos preocupar por el ahora, el presente y que puedo hacer yo al respecto para cambiar el mundo, porque aunque sea una carta, le puede llegar a muchos al corazón y hacer que cambien. Si llegas a leer esto es porque tuviste curiosidad y Dios te eligió para que hoy hagas un cambio en tu vida, proclame las grandezas de Dios y dejes las cosas de este mundo y te entregues a el completamente ya sea siendo un laico comprometido, un religioso, religiosa, diacono o sacerdote. Hagan el cambio ahora mismo, no lo dejen para mañana pues pueda ser que sea demasiado tarde. Denle comparitr y compartan esta carta hacia otros hermanos para que puedan ver, sentir y experimentar ese amor hacia la Virgen María, nuestra MADRE CELESTIAL!
